Entrevista a Ramón Sanchis Ferrándiz

Sanchis Ferrándiz, Ramón – Entrevista

Publicada en el Blog de El Libro Durmiente  el 20/01/2016 por | -Cat: Escritores

(http://ellibrodurmiente.org/sanchis-ferrandiz-ramon-entrevista/) 

Ramon Sanchis_Interlaken (Suiza)-1024x768

El autor alicantino, Ramón Sanchis Ferrándiz, que habitualmente usa el pseudónimo de Raysan y reside desde 1997 en Madrid, es Ingeniero Civil y Técnico Superior Urbanista. Sin embargo, siguiendo su vocación literaria, se formó en técnicas de escritura creativa en el Taller literario Entrelíneas, con el escritor Jorge Eduardo Benavides (Premio Torrente Ballester de 2013), y en el Taller de Escritura de Madrid.

Formó parte de la mesa de redacción de la Revista “Cuadernos de Cultura” (1998-2002), y de la “Revista Esfinge” (2002-2010), impartiendo en Madrid (en 2006-2007) un Taller Literario convocado por la “Revista Esfinge”. Desde hace algunos años es el profesor titular del Taller de Escritura Creativa “El Libro Durmiente” de Alicante.

Es autor del libro El BhagavadGïta. El clásico espiritual de la india con comentarios y análisis sobre dicho libro y la filosofía hindú, y coautor del libro Los peligros del racismo. Cuenta también con la publicación de un compendio de poesía y cuento en la revista del Instituto Alicantino de cultura Juan Gil-Albert.

Ha publicado en revistas sobre divulgación científica, antropología y ciencias del hombre y dictado 350 conferencias en varias ciudades sobre dichos temas, destacando las realizadas en el Ateneo de Madrid. Ha realizado varios estudios de investigación o ensayos junto a otros autores del Instituto Internacional Hermes de Antropología y Ciencias del hombre, radicado en París, y ha colaborado con varios programas de radio y televisión, además de escribir varias reseñas literarias.

El arte de ser escritor de la Ed. Librando Mundos es su último y esperado manual sobre técnicas de escritura creativa.

Entrevista concedida a ELD y realizada por Mariángeles Salas.

—¿Por qué y para qué escribe Ramón Sanchis?

Escribo por una necesidad interior, vocacional, y atávica que no puedo evitar.

La escritura me ha enseñado a ver el mundo con otros ojos, a reflexionar, a expresar mis propias ideas y cuestionarlas, y por tanto, me ayuda a conocerme a mí mismo, pues el camino hacia lo estético va siempre de la mano de la ética y los valores humanos. A veces me limito a ejercitarme o jugar con las palabras, como cualquier escritor, pero en realidad, tan solo concibo un tipo de escritor comprometido con el mundo que le rodea, con sus gentes y con la humanidad, sin distinción de razas, credos, colores, ni condición social. Mis escritos tienen como finalidad transmitir ideas y sentimientos que puedan mejorar el mundo que nos rodea.

—¿Qué sería a su juicio lo mejor de ser escritor?

Lo mejor de ser escritor es comprobar que tus escritos llegan al lector y pueden influir positivamente en la vida de las personas. Cuando alguien comenta que tus poemas le han hecho llorar, que tus relatos o artículos le han permitido descubrir nuevas perspectivas o sentir emociones e ideas profundas, entonces te sientes útil y percibes el inigualable valor de esta maravillosa vocación. Hay una satisfacción profunda, alejada de la vanidad, que gratifica con creces el esfuerzo que conlleva la aventura de escribir.

¿A qué edad empezó a escribir?

Desde muy joven, acaso con once o doce años, me recuerdo escribiendo un diario, garabateando poemas en cualquier papel, anotando ideas sueltas, comienzos de relatos que quizá nunca se completaban, pero que eran tímidos ensayos de un aprendiz.

—¿Cree que la capacidad literaria se tiene o se adquiere?

Hay una inquietud y una capacidad para imaginar historias que viene de serie con nosotros, tal vez desde la cuna, pero dicha capacidad también se desarrolla y asienta con el transcurso del tiempo. Si no creyera que dicha capacidad puede ser modelada o adquirirse no me dedicaría a impartir Talleres de Escritura creativa. Lo que nos resulta fácil de hacer es una cualidad ya adquirida; lo difícil es aquello que estamos aprendiendo, que nos obliga a evolucionar.

—¿Algún libro le ha llegado a cambiar la vida?

La lectura de algunos libros ha sido fundamental en mi vida, aunque sinceramente, ese enamoramiento por un libro ocurre más a una edad temprana en que se construyen y perfilan nuestras ideas. Pero ¿quién no se ha emocionado con la lectura deEl Principito o El Quijote? ¿Quién puede quedarse insensible tras leer a Whitman, Neruda o García Lorca?

Sin duda, algunos libros me han transformado, ya sean de poesía, narrativa, ensayo o filosofía: Sidharta, o también Demian, de Herman Hesse; Sinuhé, el egipcio, de Mika Waltari. Los hermanos Karamazov de F. Dostoievsky; La muerte de los dioses. Juliano el apóstata, de Dmitri Merezhkovski; Hojas de hierba, de Walt Whitman; Tebas, de Jorge A. Livraga; Hamlet, de William Shakespeare;

No obstante, hay otros libros y autores actuales que me inspiran: Las llamadas perdidas, de Manuel Rivas; las trilogías de Santiago Posteguillo sobre Escipión o Trajano; Las Catilinarias, de Amélie Nothomb; La leyenda de la isla sin voz, de Vanessa Montfort; Mujeres de ojos grandes, de Ángeles Mastretta; Croniria de la poetisa Raquel Lanseros, etcétera.

—Tres libros imprescindibles.

Dado que hablamos de libros, en general, y no expresamente de narrativa, me atrevo a señalar tres libros magistrales, por la gran calidad de su escritura y la sabiduría atemporal que contienen: el I Ching, que compendia el saber de la antigua China;Pensamientos, de Marco Aurelio, un libro de reflexiones personales del emperador filósofo que siempre elevan la conciencia; yLa Doctrina Secreta, de H.P. Blavatsky, libro que condensa y analiza los arcanos de toda la sabiduría de la antigüedad.

—¿Es de los que piensan que la buena literatura puede transformar la dinámica de una sociedad?

La buena literatura educa la imaginación, que es la herramienta que nos permite diseñar el futuro, nos alimenta con cuidadas emociones y pensamientos, y en suma, potencia nuestra mente. Desarrolla la atención y la memoria, porque aporta nuevos conceptos y nos muestra otros puntos de vista; nos enseña también a razonar y a construir nuestros propios argumentos; confirma nuestras convicciones y certezas, destruye con los consejos de los sabios nuestras erróneas actitudes y expande nuestra conciencia hacia nuevos horizontes.

La verdadera literatura nos ayuda a analizar los sucesos históricos y la evolución que han seguido las ideas, pues los libros encierran los pasos que ha dado la humanidad en su caminar. Sin duda, en manos de un escritor comprometido con su tiempo, consigo mismo y con el mundo en el que vive, la buena literatura es una herramienta cargada de futuro, plena de contenido, porque denuncia las desigualdades sociales y señala las fisuras de la sociedad, propone soluciones y educa a los lectores. Quienes saben leer entre líneas, en los libros siempre descubren todo un mundo.

 ¿Qué autores han sido importantes para usted?

Siempre recurro a los clásicos, pues si no pasan de moda es por algo; ellos han sabido expresar algún arquetipo del alma humana. Es el caso de Homero, Herman Hesse, Fiódor Dostoievsky, Mary Renault, Federico García Lorca…

—¿Qué consejos le daría a un escritor que empieza?

Escribir es una tarea abnegada y solitaria que exige esfuerzo y dedicación; un quehacer que no siempre se verá recompensado con la publicación de sus obras. Por ello les diría que crean en sí mismos, que no abandonen sus ilusiones ante las primeras dificultades, que persigan con tesón su propia estrella, que definan su destino con una fuerte convicción.

¿Piensa que hay crisis creativa?

No, al contrario, estamos en un momento donde hay grandes literatos, y esto es notorio en nuestro país y en la literatura hispanoamericana desde hace una generación o dos. Lo atestiguan autores reconocidos de la talla de Mario Vargas Llosa, Juan Goytisolo, Antonio Muñoz Molina, Juan Marsé, Antonio Gala, Isabel Allende, Arturo Pérez-Reverte, Carlos Ruiz-Zafón, Javier Marías, Eduardo Mendoza, y otros tantos que acaban de dejarnos, como Ana María Matute, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Miguel Delibes, Álvaro Mutis, Ernesto Sábato, Octavio Paz, etcétera.

Debemos felicitarnos porque, en la actualidad, la narrativa pasa por un momento excepcional (tanto la novela como el relato corto están en auge), y lo mismo puede decirse de la poesía. Nuevos escritores irrumpen con fuerza en la escena literaria, tales como Rosa Montero, Fernando Marías, Enrique Vila-Matas, Javier Cercas, María Dueñas, Julio llamazares, Dolores Redondo, Javier Marías, Vanessa Montfort, Julia Navarro, Raquel Lanseros, Víctor del Árbol, y otros muchos que podríamos citar.

Alumnos del 3er Taller de Escritura ELD

Alumnos del 3er Taller de Escritura ELD

—¿Por qué es importarte formarse antes de escribir?

En general, todos sabemos escribir de un modo aceptable, pero eso no es suficiente;  escribir con soltura, con buena dicción, con frases elegantes y un tono cortés no es tan fácil como parece; expresar nuestras ideas con sencillez y de un modo comprensible, y además, saber estructurar aquello que escribimos y ser convincentes, no está al alcance de todos.

Por tal motivo, la escritura creativa, entendida como el arte de expresarnos de la manera más efectiva y bella posible, exige de nosotros un aprendizaje. Como en cualquier disciplina artística, se llega a un nivel aceptable (y no digamos para alcanzar la excelencia) con mucha paciencia, constancia y continuada ejercitación.

—Resalte tres aspectos importantes de su libro El arte de ser escritor.

En principio, pretende ser un manual ameno y didáctico, que sirva de guía a aquellos que quieren conocer las técnicas de escritura que se enseñan en los Talleres literarios.

Por tal motivo, incluye múltiples ejemplos, prácticas y ejercicios de redacción, que nos muestran las habilidades y técnicas de los escritores de vanguardia y los grandes clásicos.

Por otra parte, consta de dos tomos que se complementan: el primero analiza las técnicas propias de la narrativa (descripciones, construcción de personajes, del argumento y la trama, de las escenas, el ritmo y el tono, la intriga y el suspense, la estructura de los cuentos y las novelas, etcétera); el segundo versa sobre las técnicas básicas de la escritura (composición de un texto, de las frases y los párrafos, uso de los verbos y los signos de puntuación, errores frecuentes al escribir, etcétera) con una serie de ejemplos sobre cómo ha de redactarse un artículo, una nota de prensa, una columna periodística, una reseña crítica, un informe, una crónica, etcétera).

—¿Qué le aportan sus alumnos?

Ellos me trasmiten su afán de aprender, sus inquietudes e ilusiones por comprender la vida y mostrarla en sus relatos… lo cual me obliga a ser responsable, dado que buena parte de su aprendizaje depende de mi capacidad de enseñar y tiene su techo en aquello que yo mismo pueda comprender. Y sobre todo, me emociona ver la belleza de los textos que escriben a medida que se van desarrollando como escritores, pues a menudo, supera con creces lo que yo soy capaz de escribir.

—Tres errores frecuentes de los escritores que empiezan.

Confiarlo todo a la inspiración, lo cual les lleva a escribir tan solo de cuando en cuando, por no comprender que esto es un oficio al que hay que dedicarle tiempo, ejercitándose a diario.

Escribir sin contenido, sin tener una historia ni un mensaje claro a entregar.

Tener una historia, pero dejarse llevar por la impaciencia o la ansiedad, comenzando a escribir atropelladamente, a impulsos de la inspiración, sin planificar sus escritos. Ello da lugar a textos caóticos, carentes de estructura, espesos y desorganizados, pues no tienen una adecuada ilación en sus ideas.

—¿Existe alguna fórmula que sea posible seguir para ser un buen novelista? 

Atrapar una buena historia; planificarla con tiento y delicadeza, sin llegar a matar la espontánea inspiración; aplicarse a ella con la misma dedicación y afecto que si se tratara de un hijo.

—¿En qué género literario se encuentra más cómodo escribiendo?

Los ensayos y artículos sobre diversos temas, han sido durante años mi principal labor. En la actualidad, alterno el relato y la poesía. Ellos me llevan al punto de introspección que necesito.

—¿Qué tiene de especial La India que no tengan otros lugares?

Tras la gran diversidad de sus regiones y poblados, de razas e idiomas, la India es un bello país que aún conserva, más allá de la apariencia actual, una cultura milenaria, una esencia profunda que asoma en las actitudes de sus gentes. Hay algo mágico y profundo que late en cada lugar, en cada ser, en la belleza de sus paisajes y la quietud de sus templos.

—Háblenos de sus  proyectos para este año que comienza.

Este año me dedicaré, sobre todo, a enseñar a escribir (como dirían los hindúes, tal vez sea mi Dharma); y con el tiempo que reste me dedicaré a compilar un pequeño enjambre de relatos que andan un tanto dispersos.

Y finalizamos la entrevista agradeciendo a Ramón Sanchis estas cuidadas palabras y deseándole desde ELD, todo el éxito que se merece.

Deja un comentario