Pruebas científicas sobre la existencia de la Atlántida

Con motivo de la ponencia a desarrollar en las I Jornadas sobre la Atlántida los días 8 y 9 de marzo, se adjunta la entrevista de Televisión realizada en Onda Cádiz por la locutora Manoli Lemos el 4 de marzo.

Enlace: https://youtu.be/XtJrIm7LNto

La ponencia versará sobre las pruebas que pueden aportar las distintas ciencias a fin de comprobar la realidad de un continente llamado Atlántida que se hundió en el transcurso de un día y una noche sometido a una gran inundación y una serie de erupciones volcánicas y terremotos que la acompañaron.

Nos plantearemos en la charla… si el famoso relato de Platón es la única fuente fiable que conocemos o podemos dar credibilidad a otros textos y relatos que formulan otras culturas y civilizaciones antiguas. Por tanto, aportaremos citas de textos clásicos y algunas pruebas geológicas, zoológicas, botánicas, arqueológicas o de otro tipo, que avalen la existencia de Atlántida.

Si tal como parece, dicho continente o conjunto de islas desapareció al final de la última glaciación, unos 11.600 años atrás, cabe preguntarse cómo pudo existir una civilización avanzada en la edad de hielo.  ¿Cómo pudo ocurrir semejante cataclismo? ¿Fue un fenómeno local situado tan solo en el atlántico o un cataclismo de carácter global? Ante la abundancia de datos que hoy en día se poseen, quizá debamos revisar la visión que hoy en día tenemos sobre este enigma.

Tertulia en el Café Gijón sobre «Al-Ándalus, puerta del pensamiento clásico en Europa»

El 24 de mayo de 2022 asistí a la Tertulia del Café Gijón, dirigida por Justo Sotelo (de 18:30 a 20h), actuando Almudena Mestre como entrevistadora, la cual introdujo una síntesis del libro. Esta tertulia desde hace dos años se realiza online a causa de la pandemia. El libro tuvo muy buena acogida, lo cual se refleja en los comentarios de Justo Sotelo en Facebook, el día anterior y posterior al evento.

En Facebook, Justo Sotelo publicó el 25 de mayo:

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«Ser escritor es una vocación, al igual que el agua es el símbolo del conocimiento».

La tertulia literaria del Café Gijón de ayer me llenó de satisfacción. En realidad todas lo hacen, por supuesto. Fue un placer contar con un invitado como Ramón Sanchis, ingeniero, escritor y profesor. Por ejemplo, María José Muñoz Spínola está leyendo ahora «Al Ándalus, puerta del pensamiento clásico en Europa», y me escribió un Wasap después de la tertulia para decirme que Ramón Sanchís escribe con la misma sencillez, naturalidad y profundidad con la que habla y se expresa. Almudena Mestre lo presentó, tanto a la persona como al escritor. Después intervinieron Mariwan Shall, la propia María José, Chema Menéndez (que dedicó unas preciosas y sentidas palabras a lo que para él ha significado esta tertulia virtual al vivir en Tenerife), Juan Tena, Concepción Heras, alguna alumna del taller de escritura que imparte Ramón en Alicante, José Félix Saénz-Marrero y nuestro Javier Del Prado a pesar de que sigue malito de una mano. Mientras escribo estas palabras leo que ayer murió la fotógrafa Ouka Leele. No nos conocíamos mucho; nos vimos en algunas ocasiones y nos seguíamos a través de esta red y antes de la pandemia estuvo a punto de venir a la tertulia.

En fin, arte y literatura, eso queda.

Los aspectos más relevantes de la tertulia podrían resumirse de esta forma:

1) La pérdida de conocimientos y valores que supuso la caída del mundo clásico precipitó a la cuenca del Mediterráneo en una Edad Media de mil años de duración.

2) Al ser expulsados los pensadores y sabios, las ideas se van hacia otros lugares y nutren a otras comunidades, culturas y religiones.

3) La inalterable búsqueda de la sabiduría en quienes están ávidos de conocimiento, en cualquier lugar en donde se encuentren.

4) El trasvase de ideas desde las filosofías clásicas hacia las religiones, ya sea en el cristianismo o el islam, pese a la apariencia que dan las religiones de que todo lo reciben de su fundador.

5) La diferencia entre lo que se nos muestra de una religión y lo que fue en su raíz, en su credo y prácticas originales.

6) El deterioro que sufren las religiones en la medida que se alejan de la fuente (su fundador) y se dictan normas férreas a cumplir que van perdiendo el espíritu y la moral originaria.

7) El aporte del islam, que sabe recoger lo válido que tienen los pueblos donde se desarrolla, y da lugar a la cima que es la época de Al Ándalus, porque sabe apreciarlo, compilar, traducir, hacer suyo el conocimiento que descubre. El inestimable aporte en la medicina, la mística, la literatura, la arquitectura, las matemáticas, la astronomía, la botánica y farmacopea, la cerámica y el estudio de los metales.

😎 La reunión de las tres culturas y religiones que se da en Al Ándalus, como asimilación de ideas, filosofías, ciencias y artes que se logra.

9) El esplendor del mundo hebreo que se alcanza en Al Ándalus y Provenza entre el siglo X al XII.

10) El portentoso trabajo que realizan los árabes y hebreos, así como los copistas cristianos, para recuperar los textos clásicos, a lo que sigue la inmensa labor de las escuelas de traductores (Toledo, Amalfi, Salerno, y las menores de León, Astorga, Gerona, santa María de Silos).

11) El resurgir de las ideas clásicas mediante el papel de las Escuelas de Chartres, Oxford y París, que sin perder la visión antigua apuntan a un sentido más experimental de la naturaleza.

12) La Edad Media fue una época de controversia y encuentro de ideas, fértil e imaginativa.

Ahora me tomo un café y escucho un poema de Rumí, el célebre poeta místico musulmán persa​​​ que nació al principio del siglo XIII en Balj, en la actual Afganistán. Rumi vio el mundo material y espiritual multipolar, lleno de opuestos que a veces se complementaban. «La vida de este mundo no es más que la armonía de los opuestos», dijo. La forma de encontrar esa armonía es a través del lenguaje del silencio:

«Cuando los labios están en silencio, el corazón tiene cien lenguas», dice Rumi, «¡Escucha! Cierra la boca y calla como una concha de ostra, que esa lengua tuya es enemiga del alma, amigo mío».

Entrevista en Radio 5 (RTVE) sobre «El enigma de Shakespeare»

En el programa radiofónico «El pasado ya no es lo que era», conducido por el locutor David Zurdo, se abordó el tema que trata la novela «El enigma de Shakespeare», publicada por la editorial Sekotia (Grupo Almuzara). Se adjunta el enlace para bichear la grabación realizada:

https://www.rtve.es/play/audios/el-pasado-ya-no-es-lo-que-era/pasado-ya-no-era-enigma-llamado-shakespeare/6941850/

Entrevista en Radio Esperantia sobre Shakespeare

Adjunto la entrevista realizada por Fran. J. Saavedra en Radio Esperantia sobre la novela El enigma de Shakespeare. Espero que sea de vuestro interés. 7 de julio de 2023.

https://www.radioesperantia.com/2023/07/charla-con-el-escritor-ramon-sanchis.html?fbclid=IwAR2_lTsXVOvZfdzfavgK-Q0tjjv3riITVksiuLTdsl-O3UjxgL2Bm1ghxvA

¿Shakespeare o No Shakespeare?

A continuación, se adjunta la entrevista realizada por Luis Tobajas sobre la novela El enigma de Shakespeare, para el canal de Youtube denominado Desafío viajero (www.desafioviajero.com). Dicho canal trata sobre viajes y aventura, y, preferentemente, aborda los grandes enigmas históricos y arqueológicos que perduran en la actualidad. Presentada con el título ¿Shakespeare o No Shakespeare?, la entrevista tiene una duración de 65 minutos y el enlace a seguir es el siguiente:

Entrevista capotiana a Ramón Sanchis

Adjunto la entrevista capotina realizada para el blog «Alma en las palabras» (blog del escritor Toni Montesinos), publicada el sábado 5 de agosto de 2023 . Enlace https://almaenlaspalabras.blogspot.com/

Entrevista capotiana a Ramón Sanchis Ferrándiz

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Ramón Sanchis Ferrándiz.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cual elegiría? En cualquier templo o refugio perdido entre las altas montañas del Tíbet, o bien, en un palmeral junto al Nilo.

¿Prefiere los animales a la gente? Sin ninguna duda, prefiero a la gente. Es lo que me corresponde vivir en este momento evolutivo, aunque considero a los animales como seres que debemos ayudar y proteger en su propia evolución.

¿Es usted cruel? No. Esa es una característica que no va conmigo, mi propia antítesis. Intento refrenar la crueldad en el sentimiento y el pensamiento; es el mejor modo de asegurarse de que no llegarán a plasmarse en actos crueles.

¿Tiene muchos amigos? Sí, tengo muchos amigos, aunque los verdaderos amigos no son tantos. Los amigos son un don del cielo, mi mejor patrimonio.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Sinceridad, y bondad; honestidad, coraje y valor; profundidad de ideas y visión altruista, entrega y entusiasmo para con la defensa de los valores humanos y aquellas acciones que merecen ser vividas.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? En general no, dado que no doy el paso de considerarlos como reales amigos si no lo merecen.

¿Es usted una persona sincera? Sí, aunque a veces no me convenga. Suelo decir aquello que pienso, con tacto y diplomacia, pero con sinceridad.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Principalmente lo dedico a estar con los míos, leer y escribir; si puedo, salgo a ver un museo o exposición, doy un paseo por un parque o quedo para tomar algo con otra gente; con más tiempo, viajo a algún otro lugar cercano para disfrutar de la naturaleza o descubrir una ciudad.  

¿Qué le da más miedo? En general, no siento miedo por nada. Como mucho, me daría miedo caer en algo que me domine y anule como persona. Por ello, intento mantenerme firme en mi centro y seguir una disciplina que equilibre mi vida. Como decían los estoicos, sé que hay cosas que dependen de mí y otras que no dependen de mí. No temo a la enfermedad ni la muerte, ni a los cambios que depara la vida. Todo ello es propio de lo humano. Me mantengo alerta para poder gobernar aquellas cosas que dependen de mí (ya sean acciones, sentimientos, pensamientos) e intento asumir lo que no depende de mí.  

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La hipocresía; esa doblez cargada de falsedad que se practica a sabiendas para esconder lo que se es o conseguir unos fines poco lícitos.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Más allá de la escritura, mi interés giraría en torno a las humanidades, y a los intereses principales que impulsan mi vida: la filosofía, la docencia y el voluntariado.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Sí, intento mantenerme siempre activo, caminar a menudo y, algunas veces a la semana, ir al gimnasio.

¿Sabe cocinar? No me dedico siempre a ello, pero puedo cocinar, aunque no alcance un gran nivel. La vida de estudiante me enseñó a vivir de modo autónomo.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Es difícil decidirse. Sin duda, elegiría a Helena P. Blavatsky, pero puestos a citar a otros personajes que me inspiran, también podría decantarme por Pitágoras, Platón, Giordano Bruno, Shakespeare o Rabindranath Tagore.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? “Entusiasmo”, porque conlleva la capacidad de estar despierto por dentro y con ganas de afrontar lo que sobrevenga. De hecho, proviene del latín (“en theos”) y puede traducirse como “estar en dios”, aunque, más allá de la connotación religiosa, expresa la capacidad de estar receptivo internamente, con actitud positiva y conectado a todo lo que nos rodea.

¿Y la más peligrosa? La “opinión”, porque suele confundirse con el conocimiento. Sobre todo, en este momento histórico, donde la “postverdad” y los “populismos” se han asentado en nuestras vidas, haciéndonos creer que nuestras opiniones son tan válidas como las de cualquiera, precisamente por ser “nuestras”. De hecho, campan a sus anchas las opiniones gratuitas que no se basan en un mínimo conocimiento que las avale, sin ningún tipo de rubor. Hoy puede afirmarse, tranquilamente, que la tierra es plana, que el hombre no llegó a la luna o que China no existe. Todo es lícito, porque es “nuestra verdad”.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No. Es un sentimiento demasiado fuerte y negativo; atentaría contra todo “lo que soy”. Mi formación filosófica me ha dado una visión humana y profunda de la vida que impide que tales ideas o sentimientos aniden dentro de mí.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Mi visión política tiene raíces clásicas. Por ello concibo la política como la ciencia y el arte de conducir a los pueblos hacia las cumbres más elevadas de su propia evolución. En consecuencia, ninguna de las actitudes políticas actuales me seducen lo suficiente y las considero imperfectas. No estoy adscrito a ninguna tendencia política, no tomo partido por ninguna de ellas, ni odio a ninguno que piense de un modo diferente a mí; intento evitar los “sesgos” naturales que todo ser humano tiene, buscando la mayor objetividad posible. Algo que requiere estar bien informado. Los “partidos” no asumen que ellos tienen, tan solo, “una parte de la verdad”, por ello se muestran incapaces de aceptar otras ideas, de llegar a acuerdos sólidos que estén más allá de un comercio de votos. No comparto la crítica despiadada que unos hacen de otros, ni la manipulación continuada de la opinión pública que pretenden. Disfrazan sus opiniones de verdad, porque carecen de ideas y, sobre todo, de ideales claros. No en vano decía Demóstenes que la demagogia era la decadencia de la política. Considero que no estamos en la mejor época posible, ni me pueden convencer de que “todo tiempo pasado fue peor”, porque he estudiado la historia.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Yo distingo bien entre el verbo “ser” y “estar”. Podría “estar” en otras cosas, pero difícilmente dejaría de “ser” lo que soy. Lo aparente, lo circunstancial, no tiene nada que ver con lo que somos de modo esencial. Yo no digo “soy ingeniero”, porque eso no me define como ser humano; puedo decir “estoy ingeniero”. Lo que me define es algo más profundo: la búsqueda interior, la filosofía y la escritura, en la medida en que son  herramientas que me permiten encontrarme a mí mismo y construir un mundo mejor.

¿Cuáles son sus vicios principales? Dilatar las cosas, la excesiva lentitud o pereza psicológica; la defensa demasiado vehemente de mis ideas que, mal entendidas, pueden parecer críticas demasiado directas.

¿Y sus virtudes? Amabilidad, generosidad, bondad y humildad; capacidad de dación, entusiasmo y disciplina; afán por el saber, respeto por la naturaleza, por el ser humano y todo ser vivo.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Si tal como se dice, en ese momento pasan ante ti todas las imágenes relevantes que componen tu vida, intentaría “revisar” aquello que he hecho mal para disculparme en conciencia por ello, para comprender lo vivido, lavarme de esos errores y seguir caminando… porque vaya donde vaya, no considero que la muerte sea un final. Creo en la evolución continua y no en un dios que juega a los dados con nosotros. No es sensato creer que exista una sola vida, aquella que nos ha tocado en suerte por azar, dado que a menudo suele ser injusta y cruel. Si eso fuera así, si hubiera un Dios capaz de organizar el juego de la vida de un modo tan arbitrario, sería un ser muy simple o injusto. Creo que todo está sometido a un plan mucho más perfecto y profundo, que aquí no cabe esbozar.

T. M.

ETIQUETAS: ENTREVISTA CAPOTIANA

Toni Montesinos es crítico literario del periódico «La Razón» desde el 2000, redactor jefe de la revista «Qué Leer» y colaborador de «Clarín» y «Cuadernos Hispanoamericanos», además de «El Viajero» del diario «El País» y de «Cultura/s» de «La Vanguardia». Ha publicado una cincuentena de libros de diversos géneros: poesía, narrativa, ensayo, crónicas viajeras…, además de editar o prologar una docena de obras de autores clásicos o contemporáneos hispanoamericanos, españoles y anglosajones.

El lenguaje de los símbolos. Día mundial de la Filosofía.

El día 16 de noviembre de 2022, participé en la Mesa Redonda organizada por Espacio Victoria, en Madrid, en conmemoración del Día Mundial de la Filosofía. Este año, el lema que presidía todas las actividades que se realizan en diversos lugares era «El lenguaje de los símbolos». En esta ocasión coincidí con la profesora María Jesús Iglesias, experta en el pensamiento de Carl G. Jung, y con el profesor Juan Martín Carpio, gran conocedor del simbolismo y la sabiduría del Egipto antiguo. Moderó la actividad la periodista y escritora Fátima Gordillo.

Os dejo aquí el enlace de Yotube en que se puede disfrutar del video de la Mesa redonda:

Entrevista en TVE canal 2 sobre Al Ándalus

El 14 de agostó de 2022 se emitió en el canal 2 de TVE la entrevista realizada por el prestigioso periodista Ahmed Kodja Bouziani sobre «Al Ándalus, puerta del pensamiento clásico en Europa», ensayo publicado en Editorial Almuzara.

https://www.rtve.es/play/videos/medina-en-tve/andalus-puerta-del-pensamiento-europa/6670243/

Entrevista en Radio 5 (RTVE) sobre Al-Ándalus

En el programa de Radio 5 (RTVE) «El pasado ya no es lo que era», dirigido por David Zurdo, se realizó una entrevista sobre «Al-Ándalus, puerta del pensamiento clásico en Europa». Se adjunta a continuación el enlace con la grabación:

https://www.rtve.es/play/audios/el-pasado-ya-no-es-lo-que-era/pasado-ya-no-era-andalus-conocimiento-antiguo/6541140/

Entrevista en «La rompedora», revista de la Escuela de Escritores de Madrid.

Entrevista a Ramón Sanchis Ferrándiz

Ramón Sanchis Ferrándiz, querido lector. Sabemos que el nombre le suena. Graduado de la IX Promoción del Máster de Narrativa, editor de esta revista y también un autor de quien tuvimos el gusto de publicar relatos y ensayos.

Hoy Ramón vuelve a ser noticia en La Rompedora. Un tintero tan cultivado y creativo como el suyo es fuente constante de delicias para los lectores y para prueba de ello su más reciente publicación: Al Ándaluz, puerta del pensamiento clásico en Europa (Almuzara, 2022).

Ramón, por si usted aún no lo sabe, además de ser escritor también es ingeniero con estudios especializados en caminos, puertos, canales y urbanismo. Por si eso no fuera poco, forma parte del Instituto Internacional Hermes de Antropología y Ciencias del Hombre, radicado en París, en donde ha realizado estudios de Filosofía, Historia y Antropología, así como de la mesa de redacción de la revistas Cuadernos de Cultura y Esfinge. Como autor, su nombre figura en títulos como: Escritos seleccionados (2019), recopilación de relatos de El Libro Durmiente, El Arte de ser escritor. T.I, Narrativa, y T.II, de Técnicas de escritura, (2005). El Bhagavad Gïta: comentarios al clásico espiritual de la india (2005). El ensayo Los peligros del Racismo (vv.aa.) (1994).

Con un currículum como el suyo, no es de extrañar que este escritor de la casa recibiera una oferta para escribir un ensayo histórico sobre Al Ándalus y su trascendencia en Occidente. He aquí lo que Ramón Sanchis Ferrándiz compartió con nosotros distinguiéndose, como siempre, por su enorme afabilidad y su conversación culta, un verdadero placer:

Ramón Sanchis retratado por Estudio Ático 26.

¡Enhorabuena, Ramón! ¿Qué se siente ver publicado un proyecto al que has dedicado tanto esfuerzo?

Se siente una satisfacción muy especial al ver realizada una meta en la que has puesto mucha ilusión, no tanto por ver compensado el esfuerzo realizado —dado que hay un componente vocacional en esa labor—, sino anhelando que les resulte interesante a los lectores.

Cuéntanos un poco sobre Al-Ándalus, puerta del pensamiento clásico en Europa. ¿Qué fue lo que más te atrajo de esta joya de la civilización? Antes, por citar otro ejemplo, has dedicado otro de tus libros al Bhagavad-Gita, texto sagrado hindú.

Es un momento histórico brillante, en donde lograron convivir respetuosamente las tres culturas (cristiana, musulmana y hebrea). En la época del Califato Omeya de Córdoba, en Al-Ándalus se alcanzó una etapa de esplendor en las artes, las ciencias y el pensamiento, mientras en su entorno los demás pueblos atravesaban por una etapa medieval. Cuando el mundo clásico se fue derrumbando, el islam recopiló los textos de los filósofos clásicos, junto a los conocimientos de médicos, astrónomos, matemáticos, botánicos, así como técnicas, inventos, ciencias y artes, que más tarde pudieron trasvasarse a Europa.

De igual modo, el Bhagavad Gita, como parte central del Mahabharata, es el texto cumbre de la tradición filosófica de la India, con enseñanzas que perduran y sigue aportando luz para el futuro.

En La Rompedora hemos tenido el placer de leer y publicar tus ensayos y relatos, de prosa sumamente cuidada y atrayente. En este caso, al escribir sobre Al-Ándalus, ¿cuál dirías que es el enfoque principal de tu libro? ¿Cuál es su estilo?

Aunque el libro trata de las rutas seguidas por el conocimiento y el trasvase de las ideas entre los distintos pueblos —que siempre son temas de calado—, pretendía escribir un ensayo histórico que fuera asequible al gran público, divulgativo, huyendo de un academicismo excesivo, intentando que la Historia sea atractiva, entretenida y comprensible.

En el libro se muestran las ramificaciones de la filosofía helenística o el hermetismo, de la gnosis o la cábala hebrea, las enseñanzas de los sufíes o el mazdeísmo, del pitagorismo, la visión platónica o aristotélica. Así se comprende como florecieron distintos núcleos del saber que se iban pasando el testigo de esas ideas (Atenas, Bizancio, Damasco, Bagdad, Basora, Alejandría) y el modo en que resurgen de nuevo en Al-Ándalus. Finalmente, las escuelas de traductores lograrán acercar dichos conocimientos escritos en lengua árabe a las diversas lenguas romances, al latín y el hebreo.

¿Qué ha sido lo mejor y lo más duro al escribir este libro?

Cuando le presenté al editor un artículo inicial no podía imaginar que, a vuelta de correo, me remitiría el contrato de edición, con un plazo que yo debía definir. Esa confianza por parte del editor es lo que más valoro de esta edición, pero implicaba una responsabilidad añadida. Lo peor, que no malo, es que yo mismo me impuse un plazo demasiado corto que luego jugaba en contra de la tranquilidad que se requiere para escribir. Pero en cuatro meses y medio estuvo listo el manuscrito.

¿Qué fue lo que más te sirvió en el proceso de corrección?

No fueron demasiadas las correcciones que introdujo la editorial, sin embargo, siempre hay detalles a retocar que ellos ven mejor que el autor. Fue revisado por expertos en el tema, y por suerte, tan solo se referían a aspectos formales y no afectaban al contenido del manuscrito. Por ejemplo, ideas que se repiten, palabras que deben ir o no en mayúscula (Humanidad, Naturaleza, Dios, Edad Media, Antigüedad, Oriente y Occidente, etcétera).

Ahora que eres un graduado del Máster de Narrativa en Escuela de Escritores, ¿cómo describirías tu experiencia en este programa de escritura creativa?

Muy positiva y gratificante, por la formación de calidad recibida y el contacto con otros compañeros. El máster te da las herramientas necesarias para enfrentarte a cualquier reto, teniendo una mejor perspectiva de lo que puedes abordar y el modo en que debes enfocarlo.

¿Nos puedes contar un poco sobre cómo fue el camino hasta la reconocida editorial Almuzara?

Fue por contacto personal con el director de la editorial Sekotia, que a su vez pertenece al grupo Almuzara. Entonces, decidieron que este tema encajaba en una colección de Almuzara que se llama “Al Ándalus”. Una serie de casualidades que jugó a mi favor, aunque el escritor siempre ha de estar convencido de su obra y pujar por ella.

Hay quien busca remover, educar, entretener, ¿qué efecto te gustaría provocar en los lectores con este libro?

Me gustaría entretener, a la vez que despertar inquietudes más profundas. Un libro de investigación siempre ha de abrir ventanas hacia otras indagaciones (que ha de continuar el lector), dar indicios y plantear dilemas. La finalidad de este libro es descubrir los hilos seguidos por el pensamiento y promover otros que el lector habrá de deducir. Me siento feliz cuando la gente dice que ha aprendido mucho con mi libro.

Hay autores o libros que te hayan nutrido, en particular, antes de escribir Al-Ándalus, puerta del pensamiento clásico en Europa?

Son muchos los libros que han despertado inquietudes que ahora se reflejan en el libro; y anotados quedan en la bibliografía los consultados. Pero debo destacar las lecturas sobre los cuentos sufíes de El monasterio mágico, de Idries Shah; la Historia de las creencias y las religiones de Mircea Eliade; ¿Qué es la filosofía antigua?, de Pierre Hadott; Historia de la Filosofía, de Giovani Reale y Dario Antiseri; y los libros de Karen Armstrong o de Miguel Asín Palacios entre otros muchos.

Sabemos que tus actividades como escritor, editor y colaborador en revistas especializadas te mantienen de gira constantemente, no solo en presentaciones sino también en conferencias. ¿Te veremos por Madrid próximamente?

Hay dos presentaciones apalabradas en Madrid. Os tendré bien informado de ellas.

¿Tienes otro proyecto del que nos puedas adelantar un poco? ¿Algo de narrativa, por casualidad?

Hay una novela que desarrollé como trabajo de fin de máster, sobre Shakespeare, de la que ya tengo una oferta para publicar. Verá la luz y se lo debo a la Escuela de Escritores, a Ignacio Ferrando, que la tuteló, a Javier Sagarna y todos mis profesores.

Si no fueras escritor, ¿qué más te hubiera gustado ser?

Creo que, si no fuera escritor, mis pasos habrían ido girando hacia encararme en esa dirección. De hecho, mi vida profesional se encaminó hacia la ingeniería, pero no puedes engañarte a ti mismo por mucho tiempo cuando descubres tu inclinación natural. En todo caso, siempre se puede tener una profesión y alentar calladamente esa verdadera vocación que suele aparecer tumbando la puerta.